Cada día puedes aprender algo nuevo, pero también te das cuenta de los fallos.
Arrepentirte de las cosas que vas haciendo cada día, ver que decepcionas a la gente por no estar cuando hace falta. Guiarte más por otras cosas de menos importancia que te ciegan y no te dejan ver.
Al mirar el reflejo en el cristal, descubres en donde has fallado y cómo poder cambiarlo, pero aun sabiéndolo seguirás teniendo errores que después te arrepentirás de ellos y no tendrán solución y todo por no darte cuenta lo que tienes delante tuya, que es más importante que todo lo demás y hay que cuidarlo mucho.
Marina*