Cada paso que voy dando día a día, me doy cuenta de las cosas que van pasando a mi alrededor, a veces buenas, a veces malas. De vez en cuando las malas se juntan, pero pensando en positivo, al final siempre llegan las buenas.
Me pongo a reflexionar sobre ello y es que, en general, tendemos a pensar en negativo (y me pongo la primera). En esos días raros son los pensamientos adversos quienes se apoderan de cada individuo, se forma como una especie de capa que no nos deja ver más allá y nos sentimos como que no servimos para nada o que no tenemos a nadie. Pero habrá que profundizar en nuestros pensamientos, para darnos cuenta de lo que verdaderamente gira entorno a nosotros y que la mayoría de cosas son bastantes favorables, que tenemos a mucha gente a nuestro al rededor, que somos importante para las personas.
Pero para llegar a esa percepción de sentirnos útiles, tenemos que aprender a autovalorarnos, porque si uno mismo no se valora, nunca podrá ver mucho más allá de lo negativo.
Marina*
